Educadores cubanos cumplen un año más de celebración
«Los trabajadores de la educación, y de manera especial los maestros y profesores, independientemente del organismo en el que desarrollan su labor, somos merecedores del reconocimiento de la sociedad porque en nuestras manos está el futuro de la Patria, la continuidad de la Revolución», afirmó Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación.
«De igual manera siento la necesidad de distinguir a todos aquellos que en diferentes países cumplen la honrosa labor de educar», refirió la titular en un mensaje a la membresía del sector, a la que se reconoce el 22 de diciembre, en homenaje a la proclamación de Cuba como Territorio Libre de Analfabetismo, hace 57 años.
Velázquez Cobiella felicitó también a los miles de estudiantes de las escuelas pedagógicas y universidades que decidieron formarse para ejercer la más noble de las profesiones.
«Es incuestionable el esfuerzo diario, la dedicación permanente, sin escatimar tiempo, y en la mayoría de las ocasiones restándole espacios de atención a la familia, al descanso merecido, para estudiar, buscar vías para lograr mayor eficiencia en el trabajo pedagógico, para que las clases sean más motivantes, atractivas y conducir a los niños, adolescentes y jóvenes por el camino del conocimiento, de la indagación, la curiosidad y de la investigación.
«Pero no solo eso, también por convertirlos en mejores seres humanos, portadores de los valores que defendemos, ejemplos en comportamiento dentro y fuera de las instituciones educacionales, para que sean hombres y mujeres cultos y decentes», añade el mensaje.
La Ministra reconoció que los educadores tienen un gran reto en la elevación de la calidad de la educación y en el perfeccionamiento de la sociedad, pues son «activistas políticos de la Revolución».
«No nos equivocamos al decir que el ejército de maestros y profesores estuvimos, estamos y estaremos siempre al servicio de la Patria», suscribió.
También el doctor José Ramón Saborido Loidi, ministro de Educación Superior, hizo pública una misiva de reconocimiento en nombre del Consejo de Dirección que conduce.
Al tiempo que subrayó la relación directa de la calidad de la enseñanza universitaria con el éxito de las políticas de desarrollo del país, comentó que «la formación de profesionales comprometidos con su Revolución y con su Patria, la innovación tecnológica, la ciencia insertada en la solución de los problemas más acuciantes a los que nos enfrentamos en la construcción de nuestro socialismo, no sería posible si no se contara con el ejército de educadores que hoy tenemos en cada rincón de nuestra geografía».
Y citó al Comandante en Jefe, cuando sentenció:
«La vinculación de la palabra con la acción, de las convicciones con la conducta, son la base del prestigio del educador».
Datos sobre la educación cubana
- -Cuba dedica el 23 % de su presupuesto a los gastos de la educación.
- -Más de 1 700 000 estudiantes entraron a las aulas este septiembre.
- -Existen 10 717 instituciones educacionales del país subordinadas al Ministerio de Educación.
Como educadora cubana he sentido con mucha fuerza el reconocimiento de nuestra sociedad al noble y hermoso trabajo de enseñar y educar, por eso quisiera aprovechar este espacio para hacer llegar a todos los educadores cubanos la más calurosa felicitación en este día, pero me gustaría destacar algunos maestros que han marcado con profundidad mi paso por esta hermosa profesión. En Amancio Rodríguez una gran maestra: Elena Véliz, Irma Trocones, fueron maestras de generaciones. Colegas que engrandecieron mi experiencia educacional: Antonio Fernández Rey, Osvaldo Fernández Delgado, Hermisdania Ramos, Jayme Atucha, Mayra Reynó, Bienvenido Sambrano, Bienvenido Pérez, entre otros. En el Pedagógico de Camagüey mis maestros insignes: Luis Álvarez Álvarez, Olga Yero, Rosalina. En la Universidad de Camagüey a Rita Hernández Mezonet, y Carmen Hernández Mezonet, en la Vocacional Máximo Gómez. En la Habana al gran director de la Escuela de Instructores de Artes Mario Pérez Márquez, a la Dra Mercedes Soca, Lidia Turner, Lesbia Cánova, maestras de maestros, al multifacético y gran educador Francisco Sánchez Perdomo, mis colegas de la facultad y otras enseñanzas: Oreste Ramírez, Alejandrina Rodríguez, Esperanza Rodríguez Guilbert, Marubia, Ma Regla, Mario Legón, Hilda, Gladys Ortega. En la dirección Municipal de Educación de Habana Vieja: Odalis Landa, Odalis Soto, Rita Ma, Mirian Fresneda. Mi gran Maestro Andrés O´Farrill y en esta última etapa en la enseñanza se ha incorporado Andrés Lama y Víctor Rodríguez. A todos ello mis felicitaciones y mi exhortación a que continúen sembrando la semilla para que broten muchos más como ellos, que la patria necesita más que nunca garantizar esa continuidad.