Cuba-EE.UU.: discutir nuestras divergencias con respeto y avanzar en materia de colaboración
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
A casi 24 horas de concluidas las primeras rondas de conversaciones bilaterales, que marcaron el inicio de un largo camino en el restablecimiento de las relaciones de Cuba y Estados Unidos, se analizó lo que trascendió en estos diálogos en la Mesa Redonda del viernes.
Yuri Gala, director de Temas bilaterales de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), precisó que representantes de Cuba y Estados Unidos volverán a reunirse en fecha por determinar para dar continuidad al proceso iniciado los días 21 y 22 de este mes en La Habana, en el que por vez primera se analizó el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas, además de dar seguimiento a los Acuerdos migratorios y la cooperación bilateral en áreas de interés mutuo.
Para el funcionario, desde un inicio la delegación cubana concibió esta reunión como parte del proceso hacia la normalización, que es complejo y largo. Insistió, además, en que el Gobierno cubano ratificó su compromiso con el mejoramiento del clima bilateral y la voluntad de continuar avanzando para normalizar las relaciones bilaterales con Estados Unidos, además de mantener un diálogo respetuoso basado en la igualdad soberana y en la reciprocidad, sin menoscabo de la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo.
Se trató de una reunión, dijo, que transcurrió en un clima profesional, respetuoso y constructivo. “De lo que se trataba era de definir los pasos para concretar lo anunciado por los presidentes de ambas naciones el pasado 17 de diciembre. Es bueno enfatizar que fue la primera reunión en un tema novedoso, porque en el pasado hemos conversado sobre temas migratorios, pero la cuestión del restablecimiento genera intereses, expectativas”.
Puntualizó que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas deberán basarse en el Derecho Internacional, la Carta de la ONU y las Convenciones de Viena. Para Cuba, acotó, esto significa también evitar cualquier forma de injerencia en los asuntos internos o amenaza a los elementos políticos, económicos y culturales de ambos países. Nadie puede pretender que para mejorar las relaciones Cuba renunciará a sus principios y negociará aspectos de una política que ha sido reconocida como fracasada, ni elementos del bloqueo por cambios internos en nuestro país. “Por ello nuestra delegación trasladó que sería difícil explicar que se produjo un restablecimiento de relaciones diplomáticas, mientras Cuba se encuentra considerada como uno de los patrocinadores del terrorismo desde 1982, cuando nuestro país ha sido víctima de este flagelo, y para nosotros este es un elemento importante y se dejó claro”.
Otro elemento importante, detalló, es la solución del tema bancario que presenta la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que está a punto de cumplir un año sin estos servicios. “Para la apertura de embajadas es preciso que quede resuelto este problema que ha generado daños, y que tiene como causa el recrudecimiento de la persecución financiera como parte del bloqueo”.
El directivo del Minrex hizo énfasis en que en el contexto de estas conversaciones se reiteró tener en cuenta, como parte de este proceso, el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero. “Las medidas anunciadas por Obama fueron un paso hacia la dirección correcta, pero para hablar de un avance, eso tiene que transitar por el levantamiento del bloqueo y la exclusión de nuestro país de la lista de patrocinadores del terrorismo, algo que es injusto”.
Hay otros elementos complejos, expresó, que marcan este proceso, como la compensación al Estado y al pueblo cubano por los daños que hemos sufrido a lo largo de la Revolución, y nuestra legislación establece que eso debe examinarse conjuntamente con las reclamaciones y compensaciones que plantea la otra parte por propiedades nacionalizadas.
Otra cuestión será reclamar la devolución de los fondos y activos, pertenecientes al Estado cubano, que le fueron negados a partir del bloqueo, y algunos de estos fondos han sido usurpados, y es algo que no puede olvidarse.
El Director de Temas bilaterales de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores puntualizó que en el caso de la ronda migratoria, para Cuba esta es la número 28, desde que a mediados de la década de los 90 del siglo pasado se asumiera esa decisión. Por lo que en este encuentro se le dio continuidad a lo abordado.
“Usualmente ambas partes conversan sobre las cuestiones en las que se observan avances y se habla de otros asuntos que pueden resultar más complejos. Ambas partes, en primer lugar, reconocieron el cumplimiento de acuerdos migratorios, como el otorgamiento de visas anuales a emigrantes cubanos, y se constató el incremento de las visas concedidas a ciudadanos cubanos para realizar visitas temporales.
“También ofrecimos información actualizada sobre la marcha satisfactoria sobre las medidas de políticas acordadas y compartimos información sobre el incremento de la comunicación entre las agencias que tienen la misión de enfrentar el fraude de documentos asociados a cuestiones migratorias, el tráfico ilegal de personas y las migraciones ilegales. Y coincidimos en que han sido favorables los resultados en la relación profesional que se ha establecido entre el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y las Tropas Guardafronteras de Cuba.
“A principios de este año, por ejemplo, tuvo lugar un encuentro técnico entre ambas fuerzas que permitió el intercambio de información que ilustra cómo pueden ser más eficaces los procedimientos operacionales en materia de búsqueda y salvamento. La parte cubana invitó a otro encuentro técnico para el enfrentamiento al fraude migratorio. Estos fueron elementos en los cuales se notaron avances, pero hay una serie de cuestiones en las cuales tenemos opiniones divergentes”.
Entre las contradicciones de ambas partes, Yuri Gala mencionó la cuestión de la permanencia de la Ley de Ajuste Cubano, y la llamada política de pies secos y pies mojados, “las cuales consideramos que, además de atentar o contradecir el espíritu de los acuerdos migratorios, continúan siendo los principales estímulos para el tráfico de personas y las entradas irregulares de cubanos a Estados Unidos a través de terceros países. Nuestra delegación reiteró esa preocupación, mientras la norteamericana en este contexto reiteró que mantiene sin cambios esta decisión”.
Otra cuestión que suscitó contradicción fue la no devolución de migrantes ilegales, cuando en los acuerdos del año 1995 se establece que se debe devolver a Cuba los que emigren ilegalmente hacia Estados Unidos, y hay algunos que no son devueltos, lo cual constituye un elemento de preocupación.
Entre los temas sensibles también destacó la política que se dirige a alentar a profesionales cubanos y técnicos de la salud a abandonar sus misiones en otros países. “Es una política que la administración de Obama heredó, pero es una práctica censurable, porque priva de recursos humanos vitales a muchos países que se benefician de esta colaboración. Lo presentamos y pensamos que debe realmente realizarse una rectificación. Incluso expresamos que no se corresponde la permanencia de esta política con el nuevo contexto bilateral. En rondas anteriores habíamos dicho que el robo de cerebros no se corresponde con la política migratoria aprobada por Cuba desde enero de 2013. Tenemos un nuevo contexto bilateral”.
En su intervención, el directivo señaló que el espíritu de la ronda migratoria fue constructivo. “Tuvimos, además, un intercambio sobre varios temas de carácter bilateral, incluido el tema de los derechos humanos, en el cual se ratificó que tenemos profundas diferencias”.
Cuba reiteró la propuesta que había hecho hace un año al Gobierno de Estados Unidos de sostener un diálogo respetuoso y sobre bases de reciprocidad para abordar nuestras posiciones sobre derechos humanos y democracia, a partir de que Cuba tiene preocupaciones sobre el ejercicio de los derechos humanos en Estados Unidos y considera que tenemos experiencias interesantes que mostrar y compartir en lo que se refiere al disfrute de los derechos humanos, no solo en nuestro país sino en la contribución que hemos hecho modestamente en la mejoría de los Derechos Humanos y de las condiciones de vida de muchos pueblos.
El diplomático explicó que pasaron revista a una buena parte de los temas de cooperación. “Hablamos sobre las posibilidades de ampliar la cooperación en nuevas esferas. Revisamos el estado de la cooperación en áreas como la seguridad aérea y la aviación, la respuesta a derrames de hidrocarburos. Identificamos nuevas áreas como el enfrentamiento el narcotráfico, al terrorismo y a las epidemias. En este último aspecto la parte cubana propuso sostener un encuentro para identificar las modalidades de cooperación para enfrentar de manera más efectiva y eficaz el virus del ébola en África occidental”.
La delegación cubana propuso además cooperar en temas de monitoreo sísmico, hidrografía y áreas náuticas, y en investigaciones conjuntas sobre especies marinas. Además sugirió establecer colaboración científica en protección al medio ambiente, la mitigación de efectos del cambio climático y enfrentamiento a desastres naturales.
Trasladamos la disposición de discutir la delimitación de la Dona Oriental en el Golfo de México de conjunto con los Gobiernos norteamericano y mexicano; y se habló, además, de los pasos para implementar un plan piloto para el establecimiento del servicio de correo postal directo entre los dos países.
Subrayó que somos países vecinos, tenemos profundas diferencias pero hemos visto cómo en el mundo las profundas diferencias pueden convivir de forma pacífica y civilizada en función de solucionar problemas comunes y contribuir con ello a un mejor bienestar para nuestros países y el resto del mundo.
La Doctora Rosa Miriam Elizarde, subdirectora y editora principal de Cubadebate, compartió que aun cuando ambas delegaciones marcaron que tenían amplias diferencias, es interesante que ambas hablaran de un diálogo, de una velocidad más rápida y otra más demorada y compleja para la normalización. “Hubo una retórica muy respetuosa, y acentuaban el lado constructivo.
“Como dijo un colega, uno tenía la percepción de que asistía al armisticio de dos países que habían sostenido una guerra brutal, y que de pronto se sientan y conversan. No hubo una palabra altisonante, ni un exabrupto. En los briefing, los diplomáticos se veían muy relajados, expresando una naturalidad en ese encuentro”.
Destacó que no son encuentros inéditos porque han ocurrido conversaciones previas, “pero ver este diálogo y advertir que se estaba dando en condiciones de igualdad, sin la concepción irrespetuosa que uno ha sentido en otras ocasiones en las declaraciones de los norteamericanos, fue algo histórico”.
En su criterio, vimos lecciones de diplomacia, de mucha capacidad, de no rechazar ninguna pregunta a la prensa. “Y efectivamente, fue un encuentro excepcional para los periodistas que atendemos estos temas”.
El periodista Oliver Zamora no pasó por alto que este fue un paso necesario de un proceso que debe darse en un orden lógico. “La palabra proceso implica un tiempo y nuestros diplomáticos han dejado bien clara la idea de que será largo y difícil”.
El experto hizo notar la diferencia entre restablecer y normalizar la relación. “Han sido más de 50 años de tensiones provocadas por el gobierno de Estados Unidos. Hay pasos técnicos y estratégicos que aún tienen que dar ellos como no incluir a Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo, porque se trata de una cuestión moral: cómo se va a acusar a un país que es el que más ha sufrido de esos actos en esa relación”.
Todos los panelistas significaron que independientemente de nuestras diferencias, podemos encontrar un modo de convivencia pacífica para discutir nuestras divergencias con respeto y avanzar en materia de colaboración.
1ro sobre la política que se dirige a alentar a profesionales cubanos y técnicos de la salud a abandonar sus misiones en otros países… digamos que si los profecionales cubanos tuviesen mas diversidad de opciones para migrar entonces quizas no usarían estos caminos para migrar o sea quizas unas de la raizes por la cual el profecional ddeserta radica en la imposibilidad de hacerlo por vías normales…
2do hablaran de un diálogo, de una velocidad más rápida y otra más demorada y compleja para la normalización. creo que deberían haber espacios para que la sociedad que mas a sufrido que mas a sido perjudicada en estos años!
3ro sobre que si ambas delegaciones marcaron que tenían amplias diferencias… creo que es el momento de escuchar y asumir el reto de cosntruir a partir de las opiniones diferentes tambien internas!
bastaría ver la cantidad de profesionales cubanos que hoy están en las puertas de las embajadas buscando una manera de migrar! bastaría escuchar las no pocas historias de amores familiares, etc que hoy tienen que enfrentar las diversas trabas burocráticas así como los altos precios que impone el MINREX o el grosero precio del pasaporte etc
bastaría ver las oportunidades que hoy tiene el cubano de a pie, las expectativas las posibilidades de ver llegar mejorías, bastaría ver cuáles son ofertas en el futuro a mediano y largo plazo que tiene ese profesional para dejar de depender del estado y vivir del fruto de sus conocimientos y esfuerzo!
Bastaría poner los pies en cuba en esa cuba de aquí abajo para entender y comprender que el profesional cubano no es alentado por ninguna ley sino que está obligado a aprovechar esta oportunidad para poder migrar…
Vamos a debatir con sinceridad! O solo vamos a ver lo que creemos es correcto ver!