Una historia de amor que no termina
Es imposible verlas sin sobrecogerse. Uno advierte que las imágenes del regreso del niño Elián González el 28 de junio del 2000 a su patria, provocan una sensación que no termina. Fueron más de siete meses de prolongada y justa lucha de todo su pueblo por verlo crecer definitivamente junto a su padre, y a la vez fue esta una causa símbolo por su nobleza y por la intensidad de los días que esta tierra vivió desde diciembre de 1999.