Ciencia cubana: Orgullo de la nación (+ Video)
Por: Manuel Alejandro Hernñandez Barrios
Desde 1990 el 15 de enero de cada año se celebra en todo el país el Día de la Ciencia Cubana, una justificación más para celebrar los tantos orgullos de la Revolución. El espacio televisivo Mesa Redonda dedicó su emisión de este jueves 11 de enero a la ciencia cubana, uno de los orgullos más legítimos de la Revolución.
El Ministerio de Ciencias, Tecnologías y Medioambiente y todos los centros de Investigaciones cubanos conmemoran el 15 de enero realizando jornadas científicas con la discusión de trabajos y resultados destacados de la ciencia. Cada año se le da la sede a una provincia atendiendo a los logros obtenidos en materia de ciencia e innovación tecnológica.
Los datos científicos resultados de investigaciones son uno de los tesoros más apreciados de los centros dedicados a las ciencias. Estas bases de información primaria se van conformando de manera sistemática y aunque en ocasiones no son homogéneas por los cambios de diseños y métodos de estudio, el valor documental de estas series cronológicas cada día toma más relevancia en los análisis de fenómenos ambientales, de las Ciencias biológicas, de Ecosistemas marinos y terrestres, entre muchos otros campos de estudios. Es preciso ver esta información como un patrimonio tangible de cada institución y del país, con un enfoque ecosistémico integral.
La Academia de Ciencias de Cuba
El Decreto Ley 163 del 3 de abril de 1996 define las funciones, los objetivos y la misión de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), considerándola como “… una institución oficial del Estado cubano, tiene un carácter nacional, independiente y consultiva en materia de ciencias…” Creada el 19 de mayo de 1861 como Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales. Es adscripta al CITMA, pero no subordinada.
En el paraninfo de la otrora Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (sede actual del Museo Nacional de Historia de la Ciencia y la Tecnología), durante la celebración del vigésimo aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, el 15 de enero de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: “El futuro de nuestro país tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de Ciencia, un futuro de hombres de pensamiento”. En ese mismo discurso también hace referencia a la necesidad de incorporar legiones de cubanos al desarrollo de las ciencias porque si no hay un desarrollo de las ciencias no puede haber un país, no puede haber un desarrollo económico sostenible.
En la actualidad y desde diciembre de 2017 ha sido designado como presidente de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) el doctor en ciencias Luis Velázquez Pérez, investigador y profesor titular, médico especialista de segundo grado en fisiología y neurología, quien ha alcanzado la primera y segunda categoría en neurofisiología clínica. Como miembro académico titular de la institución que hoy preside, formó parte de los tribunales en la sección de biomedicina para los premios otorgados por la misma, galardón que ha recibido en diez oportunidades. Es autor de cuatro libros y dos centenas de artículos científicos. Con anterioridad se desempeñó como director del Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias de la provincia de Holguín.
Durante el espacio televisivo Mesa Redonda de este jueves 11 de enero, Luis Velázquez Pérez informó que hoy la ACC está constituida por un total de 265 académicos de las ciencias agrarias, técnicas, naturales y exactas, sociales y biomédicas, distribuidos en diferentes categorías: 150 titulares, 74 de mérito, 13 de honor y 28 correspondientes.
Especificó que los correspondientes pueden no residir en el territorio nacional, pero han tenido algún aporte importante al desarrollo de las ciencias en el país, para así contribuir al desarrollo universal de las ciencias. Para ser académico de mérito se necesita tener al menos una estadía de dos a tres mandatos y realizar aportes significativos al desarrollo de la ciencia en el país. Desde el año 2 mil se creó la categoría especial de Asociados Jóvenes que suma 43, menores de 35 años, todos doctores.
Explicó que en su estructura organizacional y funcional está constituida por el Pleno, máximo órgano rector de la ACC, presidida por un Presidente, apoyado por el Consejo Directivo integrado por los responsables de las Secciones y tres Vicepresidentes de alto nivel científico, el Secretariado de la Unidad Presupuestada ACC, las propias Secciones y las Comisiones temporales o permanentes.
Destacó que la ACC se diferencia de otras academias en varios aspectos: El número de académicos incorporados a su membresía es superior al de otras academias de Cuba y del mundo, al igual que la cantidad de mujeres que tienen responsabilidades directivas en la institución. En 2016 unas 30 academias en el mundo fueron encuestadas, lo que dio como resultado que la ACC es la de mayor porcentaje en su membresía u la que más mujeres tiene en su junta directiva. Por ello cuenta con una Comisión permanente de mujeres académicas que vela por posibles sesgos o inequidad en todas las acciones de su vida interna.
¿Qué es la Co-innovación?
Co-innovación y cadenas de valor para la soberanía alimentaria de Cuba, es un libro producto del proyecto Co-innovación gestado en 2010 e implementado en 2011, el cual contempla 40 tecnologías derivadas de un grupo de centros de estudios científicos y tecnológicos, los cuales fueron ofrecidos a los productores, quienes de forma participativa decidieron cuales de esas tecnologías podían aplicar en correspondencia con sus condiciones e intereses y realizan sus propios ajustes y variaciones reales de las mismas.
La doctora en ciencias Marisol Freire Seijo, directora de investigaciones del Instituto de Biotecnología de las Plantas de la Universidad Central Marta Abreu de Villa Clara, definió a la Co-innovación como aquella ciencia pertinente que pueda llegar a los campesinos, a los productores, a la gran empresa, pero también a los que llevan sobre sus hombros la producción de gran parte de los alimentos de nuestro país.
Recordó que este proyecto surge de una idea colectiva liderada por la Estación Experimental de Pastos y Forrajes de Indio Hatuey, momento en el que se capacitó a los campesinos y a la vez los investigadores aprendieron a trabajar en equipos de trabajos, unos centros de otros, se consolidó la relación entre la Estación Experimental de Pastos y Forrajes de Indio Hatuey y la Universidad Central Marta Abreu de Villa Clara, se sumó el Centro de Investigaciones Agropecuarias, el Instituto de Biotecnologías de las Plantas y otros.
Explicó que la idea es llevar paquetes tecnológicos obtenidos en los centros de investigación a las fincas de los campesinos como un grupo de soluciones que se adecuaban a las condiciones de trabajo. El campesino tomaba la idea y descubría en qué le beneficiaba y en qué no. Se negociaba la transformación de la tecnología. Lo enriquecedor de la experiencia fue la retroalimentación constante, la demostración de la validez de la aplicación y cuánto se debían transformar para adaptarse a las condiciones del campesino. Esa generación de tecnologías entre los centros de investigaciones y los campesinos fue un intento de independencia y soberanía tecnológica del país.
Comentó que el centro de investigaciones Instituto de Biotecnología de las Plantas de la Universidad Central Marta Abreu de Villa Clara puede realizar el ciclo completo, pues a partir de investigaciones básicas y aplicadas se logran escalados productivos para con posterioridad poder transferir esas tecnologías. Los productos se presentan a la red de biofábricas del país pertenecientes al Ministerio de la Agricultura. Una de las grandes potencialidades del Instituto es que está enmarcado en una universidad multidisciplinaria lo que le permite encontrar todo tipo de especialistas.
¿Desarrollo Nuclear en Cuba?
Cuando se habla de desarrollo nuclear en muchas ocasiones solo se piensa en la producción de energía nuclear y en no pocas en lo relacionado con la carrera armamentista, sin embargo, el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (CEADEN) del Ministerio de Ciencias, Tecnologías y Medioambiente (CITMA) y que pertenece a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías Avanzadas, crea aplicaciones nucleares en beneficio de la salud humana y otras para ser utilizadas en la agricultura, la industria y en el Medioambiente.
La doctora en ciencias Angelina Díaz Gracía, directora del CEADEN, señaló que una de las indicaciones de ese instituto es introducir sus tecnologías en beneficio de la sociedad de forma integrada con las de otros ministerios del país para convertirlas en producciones especializadas como la producción de radiofármacos y compuestos marcados para la terapia y el diagnóstico de enfermedades como el cáncer, la producción de equipos médicos de terapia láser que cubren una necesidad nacional de equipamiento en las consultas de estomatología y en las de medicina tradicional y natural.
Añadió que el CEADEN ofrece también servicios científico-técnicos como el control y medición de radiación en las personas, la radioesterilización de productos alimenticios y de equipos de la industria biotecnológica y farmacéutica, la búsqueda de metales pesados en los alimentos para lograr su inocuidad, y así en todas las esferas de la economía.
Comentó que también se trabaja con el Instituto de Suelos, con la industria pesquera para la inocuidad de los peces para la importación, en la validación y el montaje de los sistemas críticos de la industria biotecnológica y farmacéutica.
La Agencia tiene experiencia en la gerencia de proyectos de programas nacionales:
- Nuclear: óptica, láser y ultrasonidos (36 proyectos/15 centros)
- Fuentes renovables de energía (19 proyectos/8 centros)
- Eficiencia energética (12 proyectos/8 centros)
- Automatización de procesos tecnológicos (16 proyectos/6 centros)
- Nanociencias y nanotecnologías (aprobado en diciembre de 2017)
Sobre el programa de Nanociencias y nanotecnologías (2018-2030) comentó que la convocatoria de proyectos relacionados está abierta desde el 3 hasta el 30 de enero, la presentación de los mismo será hasta el 15 de marzo, se podrán aprobar hasta el 20 de abril y la contratación se realizará hasta el 30 de mayo del 2018.
Los proyectos tienen que ver con la orientación adecuada y controlada de medicamentos a zonas específicas del cuerpo, se pueden construir celdas solares más eficientes, se pueden lograr materiales de la construcción con mucha mayor resistencia. Es una tecnología que tiene aplicación horizontal gracias a sus tres objetivos fundamentales la síntesis y la caracterización de las estructuras, la funcionalización y la introducción. Otro de los momentos del programa es la capacitación del personal.
El día de las ciencias santiagueras
El doctor en ciencias Nicasio Viña Dávila, investigador titular del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO) de Santiago de Cuba, refirió que el otorgamiento a Santiago de Cuba como sede del Día de la Ciencia Cubana tiene que ver con el trabajo de instituciones académicas, científicas, la producción, la innovación que da respuestas a necesidades de la sociedad y la creación de valores.
Sobre el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO) dijo que es parte de la red de centros que en el país se dedican a conservar y a preservar la vida del hombre, de los ecosistemas, porque la casa de todas las especies es la naturaleza que es única. Señaló que también tiene como intención el aprendizaje del uso sostenible de la biodiversidad de forma adecuada.
Poco después de la Cumbre de Rio, la doctora Rosa Elena Simeón concibe la idea de integrar a ciclo completo en la conservación a varias instituciones de las ciencias santiagueras como el Museo de Historia Natural Tomás Romay, primera institución científica creada el 10 de octubre de 1966 por la ciencia revolucionaria fuera de La Habana.
BIOECO hoy tiene un ciclo completo que va desde investigaciones y publicaciones en revistas de alto impacto, premios, academia. También se mueve en la conservación ex situ y tiene como ejemplo de ello el jardín de los helechos, en cuanto a la conservación in situ en áreas protegidas tiene a la Reserva de la Biosfera de Baconao, la Reserva Siboney-Justisí, la Reserva Berraco, que son joyas de la conservación.
Expresó que la naturaleza debe pensarse como a una pared, el hombre apareció y un día sacó un ladrillo y no pasó nada, sacó otro ladrillo y tampoco pasó nada, pero un día la pared se empieza a caer, por eso los daños que el mismo hombre puede ocasionar un día se revierten directamente sobre el mismo hombre.
Es muy lamentable que tanto potencial científico joven se nos vaya del país buscando mejoría económica. Claro, se van también deportistas, artistas, pero la ciencia es extremadamente indispensable. En mi universidad (Ciego de Ávila) me ha dolido presenciar como varios de nuestros mejores talentos parten hacia otras latitudes movidos por la necesidad de tener una casa o de simplemente mejorar su nivel de vida. Es cierto que no es el dinero lo primero en el ser humano, pero sí es una necesidad evidente. A nivel mundial se pagan más un concierto musical o un espectáculo deportivo que un resultado científico relevante. ¿Cuánto por un premio Nobel? ¿Cuánto por un contrato a un futbolista talentoso? El problema no es solo nuestro, como se ve, pero Cuba tiene el deber de ser mejor cada día para los cubanos, y si bien es verdad que muchos de los jóvenes que se van lo hacen también por no tener suficiente madurez política, es también cierto que en ocasiones lo hacen por encontrar las puertas cerradas a un mayor desarrollo profesional. Cuesta, por ejemplo, acceder a Internet de manera “decorosa” para estar al día y poder avanzar a un ritmo adecuada en una investigación. Tenemos serias limitaciones económicas, pero nuestro país, como vislumbraba Fidel, ha de ser de hombres y mujeres de ciencia, y mucho pero mucho potencial que tenemos, creo que debemos trabajar más para no perderlo.
Estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Aníbal. Y no solo pasa con los científicos, muchos profesionales graduados en nuestras universidades, que le cuesta al país prepararlos, se marchan del país en busca de mejores opciones económicas y otros no trabajan en su perfil, sino en otros trabajos en el país, en el que ganan más. También esto último pasa con los maestros, que después que se gradúan van a trabajar a otros puestos donde ganen más. Y los maestros tienen una importancia capital en la formación de las nuevas generaciones, por lo que debemos cuidarlos y prepararlos bien para que cumplan su función con eficiencia y entrega, pero para eso hay que pagarles lo que se merecen. Yo espero que en las nuevas adecuaciones que se están estudiando para la próxima unificación monetaria, todos estos problemas se tengan en cuenta.
De acuerdo con Anibal, solo acotar que el solo se refiere al talento científico que más que “perder”, “regalamos” a otros países. Pero no solo tenemos pérdidas por ese concepto.
A partir de las aperturas a las “”nuevas formas productivas””, (la más antigua de las formas productivas de la humanidad), por cuenta propia, se ha propiciado un sustancial desangre a nuestros laboratorios. A ese éxodo de talento científico se le podría poner de fondo la estrofa de la canción de Silvio Rodríguez “Boleros y habaneras”, solo que en este caso diríamos “-nosotros los perdemos pero aquí se quedan…-“ refiriéndonos al para nada despreciable número de científicos, jóvenes y no tan jóvenes, que abandonan los proyectos de investigación en sus laboratorios para pasar a ser cocineros, bármanes, choferes de taxis, reparadores de celulares y computadoras, y todo un tristísimo y bien remunerado ensarte de etcéteras, talento que, si bien no abandonan el terruño, igual perdemos los recursos que el estado, (y la sociedad toda), invirtió en su formación, y lo que es peor aún, perdemos la oportunidad de sacar el provecho a esa inversión.
Fidel nos dejó perfectamente iluminado el camino. Seguirlo es la tarea, pero considero que desatendiendo el sector de las ciencias, (la problemática actual de la Lenin es el inicio de la cadena), nos apartamos del haz de luz que su antorcha nos dejó. Por suerte, como bien dice Anibal, aún tenemos mucho potencial, solo nos resta poner el empeño finalmente darle la voltereta a la pirámide posada sobre su punta.
Este tema da para más, pero más que decir, lo que nos queda es hacer.