Por Aniel Santiesteban García

Emisión: 31/07/2018

Las palabras de Fidel Castro ante los pineros, el 7 de junio de 1959, aseguraban que muy pronto, regresaría a la Isla con la satisfacción de ver todo lo prometido sencillamente materializado. Un gran progreso avizoraba entonces el Comandante en Jefe para la Isla de Pinos, impulsor de las tareas que años más tarde emprendería un grupo de valerosos jóvenes.

Desde el municipio especial cubano que celebra 40 años de la constitución, por acuerdo de 28 de julio de 1978, como Isla de la Juventud, el espacio radio televisivo Mesa Redonda transmitió su emisión de martes para palpar junto a los pineros su orgullo por ser hijos de una obra que nació de manos jóvenes y hoy sostiene resultados económicos y sociales alentadores.

Nancy Ramírez Ramos es la presidenta de la Unión de Historiadores de Cuba en la Isla de la Juventud y afirma por su dominio de la historia local que el sueño de transformar la Isla con la llegada de los jóvenes desde los rincones más distantes del país no cumple cuarenta años sino muchos más.

“La fundación de lo que hoy es nuestra Isla de la Juventud, antes nombrada de muchas otras maneras, se remonta al año 1830 -exactamente al 17 de diciembre según se registra en los archivos-, con la oficialización de la colonia Reina Amalia y la ciudad de Nueva Gerona”, señaló.

“Cualquier análisis que se haga respecto a la Isla debe tener en cuenta cuatro presupuestos -defiende justamente Ramírez Ramos-; su geografía, la historia de más larga duración, el poblamiento y la política aplicada a lo largo de los años en ese lugar”.

Detalló la historiadora que la suya, “es una Isla joven y bella en su geografía, sin embargo, la evolución económica no ha estado condicionada por lo que ofrece la madre naturaleza. Debemos tener en cuenta el progreso aplicado por la metrópoli española a finales del siglo XVIII, que hizo de este lugar una colonia penal, abandonada y ocupada más tarde para un posterior desarrollo social”.

Añade Ramírez Ramos que a inicios del siglo XX, entra en la órbita la política imperialista en la Isla, por lo que se concibe como una colonia norteamericana (incluido como artículo de la Enmienda Platt), instituyéndose además el Presidio Modelo de la Isla de Pinos, sitio al que trasladaron a Fidel y los moncadistas acusados tras el histórico suceso de 1953.

Tras el triunfo de la Revolución, exactamente el 6 de junio de 1959, Fidel se reúne con los pineros frente a su Parque Lacret y plantea el Plan de Desarrollo Económico y Social de la isla, con una concepción estratégica y el inicio de una historia, según las propias palabras del Comandante en Jefe, nueva y enteramente cubana.

“Pero, quiénes hicieron realidad ese sueño de Fidel; Malena puede explicarlo mejor”, apuntó la presidenta del capítulo pinero de la Unión de Historiadores de Cuba.

Justamente, a su lado en la Mesa estuvo María Elena Barrueta González quien recuerda su inclusión como columnista en el gran grupo que fue a reformar la entonces Isla de Pinos y que, enamorada por sus encantos, “echó sus raíces” allí. Los pineros le conocen como Malena, la muchacha que llegó procedente de la Rampa habanera dispuesta a cumplir con el llamado de Fidel.

“Es necesario recordar en este 40 aniversario las primeras movilizaciones de jóvenes que por distintas vías llegaron a la isla tras el triunfo de la Revolución, vinculados a diversos sectores sociales: las FAR y el MININT, los alfabetizadores en 1961, así como los médicos que garantizaron salud a los isleños”, subrayó.

Recuerda entonces Malena que tras el paso del huracán Alma, en 1966, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) como organización organiza un contingente de jóvenes que viene a la reconstrucción de este territorio.

“Con esta experiencia y la falta de fuerza de trabajo en la Isla para acometer esas grandes tareas que estaban proyectadas por nuestro líder con anterioridad (antes mencionada por Nancy), la UJC inicia un movimiento con las Columnas Juveniles Agropecuarias, entre ellas la ‘Cristóbal Labra’ que integré con otros valerosos muchachos de disímiles esferas del país”, relató la columnista invitada al espacio.

Ya en territorio pinero, Malena y sus compañeros se vincularon al fomento agrícola, sobre todo en a la producción citrícola y la cría de ganado, en jornadas extensas y de intenso trabajo.

Entre experiencias y recuerdos, Malena trajo a la memoria a quienes llegaron para darlo todo en aras del progreso económico, y se enamoraron de la Isla, acogiéndola como suya y defendiendo un lema también rememorado por ella: “Jamás abandonaremos mi Isla”.

Cumplir ese compromiso fue prioridad, tanto que generaciones posteriores, descendientes de aquellos jóvenes, han nacido en suelo pinero y hoy sienten orgullo de la Isla que se construyó con savia joven.

Osvaldo Pupo Gutiérrez es de esos jóvenes nacidos en la Isla de la Juventud, destacado en sus funciones estudiantiles y además, hasta hace muy poco con la responsabilidad de llevar adelante la organización que agrupa a los muchachos y muchachas de la Enseñanza Media en la Isla de la Juventud.

“La juventud pinera ha sido consecuente con los mejores valores de la nación cubana, su esencia indómita y espíritu rebelde”, reafirmó Pupo Gutiérrez.

Recordó además los nombres de jóvenes pineros, de nacimiento o por convicción, que han aportado al desarrollo de la Isla de la Juventud con la vocación de marcar un hito en la historia presente a la par de ser leales a la que le ha antecedido: “Solo algunos; Bruno Hernández Blanco, considerado el primer mártir pinero caído en una acción armada en 1896; Jesús Montané Oropesa, miembro del Movimiento 26 de julio y que después del triunfo revolucionario impulsó varias tareas necesarias; Cristóbal Labra, quien salvaguardando los bienes del Estado a costa de su vida falleció en un incendio en la granja La Reforma”.

“La juventud de hoy aporta de manera consciente en diversos sectores de la sociedad pinera, con su carácter entusiasta, alegre, pero siempre enfocados en la responsabilidad que entraña ser un joven de estos tiempos y continuar la obra que nos han legado los padres fundadores”, remarcó el joven pinero.

En consecuencia, Osvaldo Pupo Gutiérrez recordó en el espacio cómo los jóvenes vivieron la partida física del Comandante en Jefe, acatando el Concepto de Revolución como arma de continuidad de su obra en manos jóvenes.

Añadió que la juventud de su municipio aportará desde cada lugar sus opiniones en el proceso de Consulta Popular para la aprobación del nuevo proyecto de Constitución a partir del próximo 13 de agosto, consecuentes con la historia y esencia de la nacionalidad cubana.

“Sectores claves del desarrollo pinero tienen como fuerza fundamental a los jóvenes, por ejemplo, en la construcción con la reparación de obras de impacto social, en las telecomunicaciones y las redes eléctricas, la informatización de la sociedad pinera, la salud, la cultura y el deporte, así como en la producción agropecuaria”, finalizó señalando el joven, comprometido con el futuro que le pertenece.

En tanto, correspondiendo con ese sueño de crecimiento constante para la Isla, su presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular Arelis Casañola Quintana destacó en la Mesa Redonda que los pineros no se han detenido en el tiempo.

Remarcó que tras el paso de eventos climatológicos se han afectado ramas importantes de la producción, que influyen negativamente en la economía del país y en la garantía  de abastecimiento en los servicios básicos de los pineros, motivo que ha hecho crecer el compromiso de los habitantes de la Isla de la Juventud por recuperarse y avanzar siempre.

En un segundo momento, Casañola Quintana aseguró que la Isla proyecta crecer en el sector agropecuario, sobre todo en las áreas de cítricos y ganadería comprometidas, en la producción de viandas, granos y hortalizas que puedan satisfacer las necesidades de los habitantes.

Asimismo, enfatizó en la proyección continua en la rama turística del Polo Cayo Largo del Sur, fundamentalmente, así como el desarrollo industrial, en la alimentaria y la pesca, con renglones exportables como la langosta y otros productos marinos.

Crece en la Isla, según aseguró también, la industria de materiales de la construcción, con el compromiso con la producción local para la entrega de más de seis mil viviendas en respuesta a las necesidades habitacionales de los pineros.

En los minutos finales del espacio, la presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular Arelis Casañola Quintana aseguró que las actividades por este aniversario continuarán durante los próximos días en la Isla de la Juventud, con la llegada a territorio pinero de quienes, tras cumplir con su misión allí, regresaron a sus lugares de origen pero mantienen viva la convicción de su calificativo eterno.

Entonces, ningún nombre como el que se proclamó un 2 de agosto, luego de ser llamada de otras muchas maneras, fue mejor para denominar a esa porción de tierra cubana que al paso por los cuarenta años de su nombramiento como Isla de la Juventud continúa siendo irrevocablemente joven.