Acercamiento Cuba-Estados Unidos, avances y desafíos

El 27 de febrero, las partes dieron continuidad a las pláticas instaladas cinco semanas antes en La Habana, encuentros enmarcados en la decisión de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, anunciada el 17 de diciembre pasado, de avanzar hacia la normalización de relaciones, tras más de medio siglo de distanciamiento y hostilidad.

Lideradas por la directora general de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, y la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, las delegaciones centraron el diálogo en la reanudación de vínculos interrumpidos desde enero de 1961, por la administración de Dwight Eisenhower, y la apertura de sedes diplomáticas.

En declaraciones a la prensa al concluir el encuentro en el Departamento de Estado, las funcionarias coincidieron en los progresos alcanzados y adelantaron pasos concretos dirigidos a mejorar los vínculos en áreas de interés para los dos países.

“Tuvimos una buena reunión . Puedo afirmar que logramos aproximar las posiciones de ambos países en relación con los temas que son necesarios discutir para este doble proceso de restablecimiento de relaciones y apertura de embajadas”, señaló Vidal Por su parte, Jacobson aseveró: “Hoy hemos avanzado bien, aunque sabemos que todavía hay diferencias serias entre los gobiernos, fue un día productivo y que nos dio mucho ánimo”.

Calificativos de constructivas, respetuosas, productivas, fructíferas y profesionales fueron utilizados para definir las conversaciones.

Las diplomáticas concordaron en el optimismo derivado del intercambio de criterios y en la importancia de mantener los contactos, aunque sin anticipar una tercera ronda o la modalidad de los futuros encuentros. PASOS CONCRETOS

Vidal y Jacobson anunciaron la celebración a partir de marzo de reuniones técnicas sobre asuntos de interés común, un resultado concreto de las negociaciones.

“Este espíritu de intercambio también se verá reflejado en los eventos de la próxima semana, donde Cuba mandará dos delegaciones para hablar sobre la aviación civil y la trata de personas, entre otros temas”, dijo la Secretaria Asistente de Estado.

Asimismo, adelantó la visita a La Habana del embajador Daniel Sepúlveda, encargado estadounidense de comunicaciones internacionales y políticas de información, y una cita a finales de marzo para fijar la estructura del diálogo bilateral sobre Derechos Humanos.

A propósito de las reuniones, la directiva de la cancillería cubana destacó además encuentros destinados a tratar la protección de áreas marinas y las regulaciones publicadas por Washington, que modifican la implementación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación antillana desde principios de los años 1960.

En este escenario, nos visitarán representantes de los Departamentos de Estado, de Comercio y del Tesoro, en aras de explicar el alcance y las posibilidades representadas por dichas medidas, precisó en un encuentro con periodistas cubanos que cubrieron las pláticas en la capital norteamericana.

Según expuso Vidal a Prensa Latina, también en materia de combate al narcotráfico pudieran darse intercambios formales, que amplíen la actual cooperación caso a caso.

Ambos gobiernos han abordado en los últimos dos o tres años otras cuestiones importantes, como el correo postal, la migración legal y la prevención y la respuesta a derrames de petróleos en alta mar.

Pensamos firmemente que tenemos muchas oportunidades de las cuales beneficiarnos, por nuestra cercanía y la visión que tenemos sobre algunos temas vinculados a la seguridad nacional, resumió la diplomática.

PRIORIDADES DE CUBA

Durante la segunda ronda de conversaciones, la delegación de la isla reiteró la necesidad de superar obstáculos como la presencia de Cuba en la unilateral lista de países promotores del terrorismo internacional y la imposibilidad de su Sección de Intereses en Washington DC de acceder a servicios bancarios.

Vidal señaló lo injusto de incluir y mantener a Cuba en la lista desde 1982, “porque estamos convencidos de que nunca debió formar parte de la misma”.

Para la funcionaria, no se trata de poner precondiciones para avanzar en el restablecimiento de relaciones y abrir las embajadas, sino de resolver cuestiones elementales en aras de generar un ambiente propicio para el acercamiento y el comienzo de una nueva etapa en los vínculos bilaterales.

Sería difícil de explicar que se han reanudado los nexos y sigamos en la lista, subrayó.

Jacobson advirtió al respecto que están en curso gestiones para dar respuesta lo antes posible a ambas inquietudes, aunque desde la perspectiva de que son aspectos separados del restablecimiento de los lazos diplomáticos.

La Secretaria Asistente de Estado manifestó su esperanza de que las conversaciones lleven a concretar la apertura de las embajadas antes de la celebración en Panamá, el 10 y 11 de abril, de la VII Cumbre de las Américas.

LOS DESAFÍOS

Pese a las señales indudables de cambio, persisten elementos perturbadores, que se antojan como obstáculos para unas relaciones alejadas del turbulento pasado.

Si bien Obama ha utilizado desde el anuncio conjunto de diciembre sus prerrogativas para flexibilizar en algunos aspectos el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por más de medio siglo, este sigue vigente y en plena aplicación, al igual que la Ley de Ajuste y la política de pies secos-pies mojados, estímulos a la emigración ilegal y potenciales fuentes de tensiones.

En el caso del cerco, el mandatario norteamericano solicitó al Congreso ponerle fin, lo cual pudiera tardar en materializarse, dado el dominio republicano en el Senado y la Cámara de Representantes.

Lo anterior se suma al reclamo de Cuba de excluirla de la lista de promotores del terrorismo y a diferencias en la interpretación de las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares.

También despiertan suspicacias los planteamientos desde la Casa Blanca de que sus objetivos hacia la isla se mantienen, pero con métodos diferentes, después de reconocer el fracaso de más de cinco décadas de abierta hostilidad.

Sin embargo, analistas consideran que lo visto hasta ahora abre camino al optimismo y a la posibilidad de convivencia en medio de marcadas diferencias.

OPINIONES EN ESTADOS UNIDOS

En el contexto de las pláticas del 27 de febrero, Prensa Latina dialogó con algunos representantes de la sociedad estadounidense, quienes coincidieron en celebrar el nuevo panorama bilateral.

Los comentarios recogidos en pocas horas ratificaron la visión de que crece en el país norteño la aceptación a los vínculos de respeto y acercamiento con el pequeño vecino, incluyendo en materia de turismo y comercio.

“Por fin estamos llegando a la disposición de hablar, consultar e intercambiar, he esperado mucho tiempo para ver esto”, afirmó el exjefe de la Sección de Intereses estadounidense en Cuba Wayne Smith.

El otrora diplomático, quien ocupó el puesto entre 1979 y 1982, criticó a sectores opuestos al acercamiento y a levantar el bloqueo.

Mantener las restricciones e impedir el diálogo abierto me parece una posición estúpida, sentenció.

Por su parte, la activista de la solidaridad con Cuba Cheryl LaBash abogó por el éxito de las negociaciones.

Queremos un cambio que implique el respeto al país caribeño, el fin del bloqueo y el reconocimiento a su soberanía, lo cual significa ir mucho más allá de restablecer relaciones diplomáticas y abrir embajadas en las respectivas capitales, alertó.

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