El 17 de diciembre del 2014 pasó, sin dudas, a ser uno de esos días que se marcan en la Historia de Cuba para siempre. El General de Ejército Raúl Castro, en alocución a través de la televisión, se dirigía a los cubanos para dar dos noticias que removieron al país: el regreso a la patria de Gerardo, Ramón y Antonio, y el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
La segunda ronda de diálogos entre Cuba y Estados Unidos transcurrió en un tono respetuoso, lo que al decir de Josefina Vidal, jefa de la Dirección General de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), no podía ser de otra manera, después del anuncio histórico de ambos mandatarios de restablecer relaciones diplomáticas sobre la base de la igualdad.
El presidente de Bolivia, Evo Morales y su homólogo uruguayo, José Mujica suscribieron este jueves acuerdos de cooperación, entre los que destacan un memorándum de entendimiento para reforzar el tema portuario. Bolivia tendrá acceso a un puerto de aguas profundas en la costa atlántica de Uruguay, asimismo se establecerán empresas de agua potable uruguayas para adquirir unidades potalizadoras de agua de última generación.
Delegaciones de Cuba y Estados Unidos realizarán mañana en esta capital la segunda ronda de conversaciones dirigidas a restablecer sus vínculos diplomáticos, encuentro para el cual adelantaron posturas y un enfoque constructivo. Las pláticas siguen a las celebradas el 22 de enero en La Habana, y volverán a estar encabezadas por la directora general de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, y la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Diversos analistas interpretaron el curso de los acontecimientos en Estados Unidos, a partir de los sucesos del 17 de diciembre de 2014, cuando el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba y su homólogo norteamericano establecieron acuerdos para el restablecimiento de las relaciones bilaterales.
La gran consigna de la multitudinaria marcha opositora del 18F en Argentina fue el silencio. Los convocantes pidieron que fuera una manifestación no política y a-partidaria, sin banderas de ningún tipo. Pero, si la política se basa en la palabra; si la construcción de identidades políticas necesita de la argumentación, del uso del discurso para construir y disputar poder en el espacio público, ¿por qué la oposición eligió hacer una marcha del silencio?